El sudor es una función vital para el buen funcionamiento de nuestro organismo, a través de él eliminamos las toxinas y regulamos nuestra temperatura, si bien no podemos afirmar que el sudor nos provee de un aroma agradable existen tiempos que notamos un cambio radical en cuanto al olor de nuestro sudor nos referimos, convirtiéndose en un problema desagradable especialmente para nosotros mismos, cada persona conoce su nivel de Ph corporal, y los cambios resultan notorios, debemos tomarlas como señales sobre un posible desbalance que cuando ya se convierte en muy notorio podemos estar hablando ya de la bromhidrosis, afectando directamente a la autoestima, y que trae como principal consecuencia problemas sociales; afecta tanto a hombres como a mujeres, no es en absoluto un problema ocasionado por falta de higiene sin embargo sí es un problema de salud el cual debemos tratarlo a tiempo para evitar también complicaciones en nuestro organismo. La bromhidrosis podría ser un aviso del mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales, como también podría ser un signo de la diabetes, tiroides y el mal funcionamiento en nuestro metabolismo, podría también ser ocasionada por el consumo de fármacos aun siendo recetados como parte de un tratamiento médico y como signo de exceso de toxinas en nuestro cuerpo ocasionados por la ingesta de alcohol, el consumo de tabaco e incluso por una alimentación desbalanceada.
El sudor es nuestro cuerpo es ocasionado por dos tipos de glándulas las ecrinas y las apocrinas, las apocrinas abundan generalmente en las manos, cara y torax, las cuales su olor es casi imperceptible ya que su compuesto es agua y minerales, sin embargo las glándulas apocrinas que abundan en las axilas, en la zona púbica e ingle podría tener un olor ya perceptible desde la edad de la pubertad por su compuesto de residuos metabólicos, éste olor tampoco debería ser muy intenso a no ser por el broblema antes mencionado; intentar eliminar el mal olor con uso de antitranspirantes, desodorantes y perfumes es imposible, y peor aún no hace más que intensificar el olor y el malestar.
Siendo un problema de salud existen tratamientos médicos que logran controlar y terminar con la afección, generalmente con el uso de antibióticos tópicos evitando el crecimiento de las bacterias que ocasionan el mal olor acompañado de un control alimenticio y exámenes médicos indicados por el especialista, todo tratamiento por obvias razones deberá ser acompañado con aseo más continuo.
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