Muchas veces pasó por nuestras manos y nuestros ojos algún texto o articulo referente a las buenas prácticas alimenticias informándonos lo que ya sabemos con respecto a los alimentos naturales, su naturaleza nos permite mantener una salud óptima, entonces nos viene de rigor y de forma inevitable la gran pregunta, si la mayoría de condimentos usados en nuestras mesas y en mesas ajenas, al menos en Latinoamérica, son productos de origen vegetal, porque es que nos informan que son productos tan dañinos para la salud, y no es solo lo que leemos, sino que lo experimentamos continuamente al asistir de pronto a una reunión familiar, a un evento o simplemente nos queremos dar un gustito saliendo a comer a un restaurante; sucede que después del gusto nos sentimos fatales, amanecemos con flatulencia, dolor estomacal e indigestión, hasta el punto que tenemos que recurrir a tomar digestivos que nos lleven a sentirnos aliviados, y lo que es peor aún, ya nos anticipamos al malestar y antes del evento nos vamos preparados, tomando previamente algún hepatoprotector como medida extrema de precaución. Vamos a poner de ejemplo los 3 condimentos tradicionales más usados en éste continente como son: La pimienta es un condimento con propiedades digestivas y ayuda a la eliminación de gases, además ayuda a disminuir los niveles de colesterol, tiene antioxidantes y posee cualidades adelgazantes, ahora pasemos al Comino, brevemente se puede decir que el comino es una yerba aromática, en infusiones es utilizada como digestivo natural, cuenta con un componente nutricional muy alto su contenido en hierro lo convierte en un producto ideal para combatir la anemia. Nuestro tercer ejemplo es el Ají pimentón, que es un polvo que se obtiene a través del secado y pulverizado de pimientos rojos que son ricos en vitaminas, minerales e igualmente gracias a sus propiedades es favorable su consumo estimulando la buena digestión.
Sucede que ante el temor de sentirnos afectados con algún malestar estomacal evitamos en lo posible las comidas condimentadas, en su lugar nos resulta ideal preparar todo a vapor y agregándoles sal como único condimento, muchas veces adquiriendo la costumbre de ingerir alimentos hasta cierto punto insípidos, la idea es no es abusar del consumo de condimentos, pues es obvio que nos haría daño, pero al alejarlos de nuestra mesa vamos a hacer que nuestro estomago pierda costumbre y se vuelva sensible e intolerante, reaccionando de manera negativa, es decir no es el condimento lo que nos hace mal, el solo hecho de consumirlo fuera de casa el estómago lo va a sentir como exceso, lo cual puede ser real ya que cuando estamos fuera de casa generalmente nos excedemos en comidas y en algunos casos en bebidas, y es allí donde se va a producir el rechazo y como consecuencia la tan indeseada indigestión, acidez y flatulencia.
Lo cierto es que la calidad y la cantidad marcan la diferencia, optemos por el consumo adecuado con productos garantizados en pureza, que no contengan conservantes ni aditivos, los condimentos preparados como cremas envasadas sí resultan dañinas, de hecho el exceso de frituras también nos producirá efectos desagradables afectando no solo nuestro estómago sino ocasionándonos problemas graves de salud, es decir no debemos abusar ni excedernos en consumos ni en cuidados, resulta muy agradable disfrutar de una cena deliciosa con sus condimentos precisos que nos permitan también degustar su real sabor, la clave es guardar equilibrio, mantener una alimentación rica, sana y en la medida exacta… como todo en la vida! ❤
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